Por qué no me callo. LA SONRISA DEL ROBOT
“Intente decir, cual si fuese el primer hombre, lo que ve y siente y ama y pierde”, aleccionaba Rilke al ‘joven poeta’ en sus famosas cartas. Nos hemos construido y reciclado sobre las ruinas conceptuales de los que nos precedieron, y de ese modo intergeneracional nos sumamos a una larga reiteración de convicciones que […]