Por qué no me callo. LA VERDAD DE LAS MENTIRAS
Cada vez que alguien habla, no siempre está diciendo exactamente lo que piensa. Uno tiene esa fundada sospecha de la falacia ordinaria. A partir de lo cual, cabe interpretar que el interlocutor puede estar, incluso, contradiciéndose no necesariamente por instinto embustero, o que use palabras equivocadas, no siempre logramos dar con las más […]