Todo pasa por el fino hilo de un sí que se transforme en un no, lo que en términos políticos se denomina -no sin falta de rigor- un tamayazo. Aquella vez -corría el año 2003- dos diputados del PSOE, un hombre y una mujer -el apellido de él bautizó para siempre cualquier indisciplina de voto en una investidura- se ausentaron y dejaron a su compañero Rafael Simancas con tres palmos de narices en la comunidad de Madrid, cuya presidencia acabó recayendo en la esperanzada Aguirre. Esta comentaba en el Foro Premium de DIARIO DE AVISOS que la traición de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez le cayó del cielo y marcó el resto de su carrera política. Hoy, Sánchez deposita, precisamente, en el mismo Simancas el control de los 120 escaños de su bancada. O sea que Simancas se enfrenta a una especie de déjà vu, y ha pedido a sus conmilitones que durmieran anoche en Madrid para que hoy no se vieran atrapados en un colapso de tráfico a primera hora de la mañana. El no de Oramas, que ayer su partido apenas censuró formalmente sin tomar medidas ni enunciarlas, obra a modo de caballo de Troya, pues se desliza como una tímida rebelión aislada a modo de sacrificio público por la victoria enemiga, siendo, a la vista está, su gesto de equino un modo de piafar a las bravas. Son patadas al aire, pero no inocentes, ni inútiles. Desde que Ana Oramas se erigió en salvadora de la patria, al precio de traicionar a su propio partido, ganó de fan a Inés Arrimadas. Y su ejemplo ha sido enarbolado desde entonces para que otros “valientes”, en el idioma de la heredera de Rivera, tomen el mismo camino. Esta mañana se escribirá el capítulo que cierra esta historia. Si gana Oramas y Sánchez pierde la investidura por un efecto simpatía, si un diputado o dos o tres o los que sea se borran del pleno y alegan cualquier imponderable, y nos vemos abocados a nuevas elecciones, tenemos Juana de Arco y Canarias Suma con todas las letras. Ojo. El discurso de Ana Oramas habrá reventado la unidad nacionalista, habrá roto en dos a CC, habrá tirado por tierra todas las coartadas que hasta ahora daban a este partido apariencias de aspirar a ser el PNV canario. De acuerdo, CC es posible que haya enterrado su fenotipo nacionalista y lo que emerja -sea ATI en sentido estricto u otra cosa- tendrá en el futuro que entenderse con el PP, con Arrimadas y quién sabe si hasta con Vox, por más que les pese. Ese será el marco que le está reservado al partido que Oramas haya de refundar desde su providencial indisciplina. No es ninguna tontería el pistoletazo de salida que supone su arenga nacional (que no nacionalista) de este sábado 4 de este enero de 2020, en que se envolvió en la bandera de España, interpretando el estado de ánimo de una considerable proporción de país disgustada con Sánchez, robándole peras al propio Casado y haciendo de ello un falso suicidio, y una especie de simulacro de harakiri, cuando en realidad era un acto fundacional. En la tribuna de oradores del Congreso pocas veces ha nacido un partido (atrabancadamente) como este sábado. En la misma ceremonia del sepelio de CC, Ana Oramas reinventaba la ATI dormida que ha hibernado hasta ahora incómoda y expectante. Si el majorero Mario Cabrera quería conocer el rostro auténtico de su adversario a bordo de CC, antes del congreso de mayo, ahí lo tiene. El futuro acaba de regresar a Tenerife.
- Calendario
- Archivo
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- julio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- diciembre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- julio 2016
- junio 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- marzo 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- junio 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- octubre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- julio 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- febrero 2014
- enero 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- octubre 2013
- septiembre 2013
- agosto 2013
- julio 2013
- junio 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
- agosto 2012
- julio 2012
- junio 2012
- mayo 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012
- enero 2012
- diciembre 2011
- noviembre 2011
- octubre 2011
- septiembre 2011
- agosto 2011
- julio 2011
- junio 2011
- mayo 2011
- abril 2011
- marzo 2011
- febrero 2011
- enero 2011
- diciembre 2010
- noviembre 2010
- Categorías
- Últimos comentarios
- José Antonio en LOS NIÑOS ROBADOS
- Silvana Macias Gutierrez en LOS NIÑOS ROBADOS
- Salvador Aznar en A cien segundos de la medianoche
- JOSE ANTONIO en LOS NIÑOS ROBADOS
- joaquin en LOS NIÑOS ROBADOS
- Meta