La felicidad es un flujo de sensaciones propulsadas por una vigorosa explosión preludio de una fase de relajación y bienestar. Esa función se concentra en un líquido espeso que produce el aparato genital masculino a modo de elixir con múltiples propiedades. Tan nutritivo como la leche materna, el semen está impregnado de minerales (calcio, magnesio, fósforo, zinc, potasio o sodio) y vitaminas (la C o la B12). Unos mililitros equivalen a las proteínas de un huevo de gallina hervido. ¡Ah!, y adelgaza. Diversos descubrimientos científicos le colocan la etiqueta de antídoto contra la depresión, las arrugas, el acné y el mal aliento. Con la debida precaución -también puede transmitir enfermedades-, la sustancia se administra por cualquier vía imaginable. Aunque la vagina posee una extensa red de vasos sanguíneos que acelera la incorporación de los elementos químicos (oxitocina, serotonina, tirotropina, cortisol, estrona, prolactina, melatonina…), no es la única puerta de acceso.
Una investigación divulgada por New Scientist confirma que el semen actúa como una droga psicoactiva en el cuerpo femenino. “Mejora notablemente su estado de ánimo y sus destrezas cognitivas”, constatan los doctores Gordon Gallup y Rebecca Burch, de la Universidad Estatal de Nueva York (State University of New York). “Incluso las mujeres que mantienen relaciones sexuales sin condón adquieren un aroma particular en la zona íntima”. Para curar las náuseas y los mareos durante el embarazo, los expertos recomiendan “ingerir el semen del papá”.
La piel absorbe con naturalidad el poder antioxidante del esperma. Su uso cosmético se ha probado en cremas, lociones y perfumes. “Mi secreto es ponerme semen en la cara”, confiesa la actriz Heather Locklear.
Entre los animales, la hembra de una especie de calamar consume semen de su pareja para cargarse de energía. Como complemento alimenticio no tiene desperdicio.El libro Natural Harvest (Cosecha natural) recopila suculentas recetas con este ingrediente humano. “Al igual que el buen vino o los quesos, su sabor es complejo y dinámico”, escribe Paul Photenhauer. Un flan ilustra la portada. Del mismo autor, Semenology brinda la creación de cócteles con un inconfundible toque personal.